Nelson Mandela, Julio César, Davy Crockett, Carlomagno, George Gordon Byron, Beatriz Galindo, Alfonso X el Sabio, Enrique VIII, Teodosio, El Gran Capitán, Marco Aurelio, Catalina de Aragón, Gustavo Adolfo Becquer.
Lo peor de la ingratitud es que siempre quiere tener la razón.
(Defectos)
No hay nadie tan elocuente como uno mismo cuando quiere persuadirse de lo que le conviene estar persuadido.
(Defectos)
No hay que pensar mal. El mal pensamiento es semilla en buen terreno que un día u otro sale por la boca.
(Defectos)
Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo un cerebro.
(Defectos)
En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo.
(Desgracia)
No debe despreciarse ninguna ocasión de aparentar que se es muy desgraciado, porque así te odian menos, te compadecen un poco y te atienden algo.
(Desgracia)
¡Quién sabe si cuando creemos imponer más libremente nuestra voluntad es cuando más ciegamente obedecemos a la fatalidad de nuestro destino!
(Destino)
La casualidad es un desenlace, pero no una explicación.
(Destino)
Si somos fatalistas, seámoslo como cierto sujeto que decía que todo sucede así porque está escrito, pero se indignaba con todo y todo lo quería enmendar; y cuando le preguntaban por qué, si estaba escrito, se indignaba y respondía: «Porque también está escrito que yo me indigne».
(Destino)
Una hora de alegría es algo que robamos al dolor y a la muerte, y el cielo nos recuerda pronto nuestro destino.
(Destino)
El dinero es como el agua; por muy limpio que sea su origen, al correr pasa por muchos lodazales y no llega siempre limpio a nuestras manos.
(Dinero)
El dinero no puede hacernos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo.
(Dinero)
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.