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Martin Luther King, Simón Bolívar, Emilio Castelar, Margaret Thatcher, Ramón, Cajal, Kennedy, Leonardo Da Vinci, Juan Pablo II, Pedro de Valdivia, Ghandi, Alfred Nobel, Lula da Silva, Martin Lutero, Simone de Beauvoir, Alfonso XIII.
La pasión posesiva de los celos convierte el amor en la forma más perversa del amor propio, es decir, del odio al otro. (Amor)
Ninguna historia puede ser contada. Ninguna historia que valga la pena ser contada. Más el verdadero lenguaje no nació todavía. Los animales se comunican entre ellos, sin palabras, mejor que nosotros, ufanos de haberlas inventado con la materia prima de lo quimérico. (Animales)
El poder de infección de la corrupción es más letal que el de las pestes. (Corrupción)
Lo que llamamos destino es lo que nosotros hacemos de nuestra vida. (Destino)
Hay que poner plazos largos a las dificultades. (Dificultades)
No es creyendo sino dudando como se puede llegar a la verdad que siempre muda de forma y condición. (Duda)
Los mayores acontecimientos tienen a veces orígenes muy modestos y hasta ocultos. (Historia)
El hombre, dominador de la mujer, es la mitad de la mujer. Sólo se completa en el ser entero de la mujer. (Hombre)
El gran principio de la justicia: evitar el crimen en lugar de castigarlo. Ajusticiar a un culpable no requiere sino un pelotón o un verdugo. Impedir que haya culpables exige mucho ingenio. (Justicia)
Un pueblo sólo es libre por voluntad de espíritu colectivo, y por nadie más que por él mismo puede ser liberado. (Libertad)
Escribo para evitar que al miedo de la muerte se agregue el miedo de la vida. (Literatura)
La locura humana suele ser astuta. Camaleona del juicio. Cuando la crees curada, es porque está peor. No ha hecho sino transformarse en otra locura más sutil. (Locura)
Augusto Roa Bastos (1917 - 2005), novelista, cuentista y guionista paraguayo.