www.aforismos.net
Emiliano Zapata, T. E. Lawrence, Leonor de Austria, Nostradamus, Septimio Severo, Marco Polo, Federico García Lorca, Marie Curie, Bach, Johannes Gutenberg, Juan Carlos I, Goya, Heinrich Schliemann, Bakunin.
¡Ay, qué insignificante el corazón, si llega a caer en manos del amor! (Amor)
Pueden amar los pobres, los locos y hasta los falsos, pero no los hombres ocupados. (Amor)
Soy dos veces tonto, ya lo sé, porque amo y porque lo digo mediante lamentosas poesías. (Amor)
Tú, amor, me has enseñado, al urgirme a amar allí donde amor no es recibido, a dar sólo a quienes tienen incapacidad probada. (Amor)
La desesperación es la humedad del infierno, como la alegría es la serenidad de los cielos. (Desesperanza)
Nadie duerme en la carreta que lo conduce de la cárcel al patíbulo; sin embargo todos dormimos desde la matriz hasta la sepultura, o no estamos enteramente despiertos. (Existencia)
Cada muerte de un hombre me hace sentir más pequeño porque yo formo parte de la humanidad; por lo tanto, no mandes nunca preguntar por quién suenan las campanas porque suenan para ti. (Muerte)
Sé tu propio palacio o el mundo será tu prisión. (Mundo)
El mar es tan profundo en la calma como en la tempestad. (Pragmatismo)
Ningún hombre es una isla entera en sí misma; cada humano es una parte del continente, una parte del todo. (Ser humano)
La luz no tiene lengua. (Verdad)
John Donne (1572 - 1631), poeta metafísico inglés.