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Sigmund Freud, Rousseau, Konrad Adenauer, Charles Darwin, Nefertiti, Cervantes, Carlos I de España, Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone.
Bajo las condiciones de la tiranía, es más fácil actuar que pensar.
El revolucionario más radical se convertirá en un conservador el día después de la revolución.
La acción revolucionaria, muy a menudo, fue una concesión teatral a los deseos de las masas violentamente descontentas más que una batalla real por el poder.
Los revolucionarios no son los que hacen las revoluciones, sino los que saben que el poder está tirado en las calles y pueden levantarlo.
Hannah Arendt (1906 - 1975), filósofa política alemana judía, nacionalizada estadounidense.
La verdad es revolucionaria.
Henri Barbusse (1873 - 1935), escritor, periodista y militante comunista francés.
Buscar la felicidad en esta vida, este es el verdadero espíritu de revolución. ¿Qué derecho tenemos a la felicidad?
Lo trascendental es la revolución del espíritu humano.
Henrik Johan Ibsen (1828 - 1906), poeta y dramaturgo noruego.
Un pueblo oprimido tiene derecho a levantarse y romper sus grilletes en cuanto pueda.
Henry Clay (1777 - 1852), orador, estadista y político estadounidense.
Toda liberación depende de la toma de conciencia de la servidumbre, y el surgimiento de esta conciencia se ve estorbado siempre por el predominio de necesidades y satisfacciones que, en grado sumo, se han convertido en propias del individuo.
Todavía existe el legendario héroe revolucionario que puede derrotar incluso a la televisión y a la prensa: su mundo es el de los países "subdesarrollados".
Herbert Marcuse (1898 - 1979), filósofo y sociólogo alemán de la Escuela de Frankfurt.
Una revolución no es sino el desplazamiento de un móvil que, luego de recorrer su giro, retorna al punto de partida.
Ígor Fiódorovich Stravinski (1882 - 1971), compositor ruso nacionalizado francés y estadounidense.
¡La rebeldía es tan hermosa! ¡Fue en el cielo, junto a Dios, y hubo un ángel rebelde que por serlo, cambió el cielo por el infierno!
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.