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Oliver Cromwell, Mozart, Johannes Keppler, Adolfo Suárez, Cristina de Suecia, Felipe V de Borbón, Bena, Nicolae Ceaucescu, Miguel Hidalgo, Reza Pahlevi, Bernardo OHiggins, Lech Walesa, Duque de Wellington, Alejandro Magno.
Los puritanos deberían llevar dos hojas de parra en los ojos.
Todos los dioses fueron inmortales.
Stanislaw Jerzy Lec (1909 - 1966), escritor, poeta y aforista polaco.
La única excusa de Dios es que no existe.
Stendhal, seudónimo de Henri-Marie Beyle (1783 - 1842), escritor francés.
La religión es, probablemente, después del sexo, el segundo recurso más viejo que han utilizado los hombres para perder la cabeza.
Susan Sontag (1933 - 2004), escritora estadounidense.
Aunque existan religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.
Ésta es mi sencilla religión. No se necesitan templos. No se necesita una filosofía complicada. Tu propia mente, tu propio corazón, son el templo; tu filosofía, la mera bondad.
Las religiones son intentos de llevar beneficios a la gente y nunca deberían ser utilizadas como terrenos de antagonismo y violencias.
Podemos vivir sin religión y meditación, pero no podemos sobrevivir sin afecto humano.
Tenzin Gyatso (1935- ), XIV Dalái Lama del Tibet, líder espiritual del Budismo Tibetano.
La oración debería ser la llave del día y el cerrojo de la noche.
Thomas Fuller (1608 - 1661), historiador y miembro de la Iglesia de Inglaterra.
Entramos en la iglesia y tenemos que decir: «Nos hemos apartado y desviado de tus caminos como una oveja perdida y descarriada», cuando lo que queremos decir es: «¿Por qué estamos hechos para desviarnos y perdernos como una oveja descarriada?».
Thomas Hardy (1840 - 1928), novelista y poeta británico vinculado al naturalismo.
Al miedo de un poder invisible, fingido por la mente o imaginado a partir de historias que han sido aceptadas por el público, lo llamamos religión; si no han sido aceptadas, superstición.
Con los misterios de nuestra religión ocurre como con las saludables píldoras para los enfermos, que si uno se las traga enteras tienen la virtud de curar, pero que si se mastican, la mayoría se digieren sin ningún efecto.
Thomas Hobbes (1588 - 1679), filósofo y político inglés.