Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
La lucha de los pueblos es constante; nacen mártires donde muere uno: florecen las ideas allí donde las persiguen; un pasado heroico, cuajado de nobles hombres, estimula a los jóvenes e ilumina el porvenir.
Juan Emilio Bosch Gaviño (1909 -2001), político, pedagogo y escritor dominicano.
Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento.
Las revoluciones se hacen con tiempo, o con sangre.
Juan Domingo Perón (1895 - 1974), militar, político argentino y presidente de su país.
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.
Juan Donoso Cortés (1809 - 1853), filósofo, literato, político y diplomático español.
Es inconcebible una revolución que no desemboque en la alegria.
Julio Florencio Cortázar (1914 - 1984), escritor e intelectual argentino.
Cuando desaparezca la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, [...]; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino necesidad vital; cuando, [...] crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades!
La clase dominante pretende mantener las relaciones productivas tal y como existen en la sociedad, mientras que el interés de la clase ascendente es destruirlas.
Las revoluciones son las locomotoras de la historia.
Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.
Karl Marx (1818 - 1883), filósofo alemán considerado el padre ideológico del comunismo.
Arquímedes prometía dar la vuelta a la tierra si se le daba un punto de apoyo. Lo decía bien. Pero si le hubieran ofrecido el punto de apoyo se habría dado cuenta de que le faltaban la palanca y la fuerza. La revolución victoriosa nos da un nuevo punto de apoyo, pero para dar la vuelta al mundo, todavía no se han construido las palancas.
Explicar a los oprimidos la verdad sobre la situación es abrirles el camino de la revolución.
La revolución es la inspiración frenética de la historia.
León Trotski (1879 - 1940), político y revolucionario ruso.