Nelson Mandela, Julio César, Davy Crockett, Carlomagno, George Gordon Byron, Beatriz Galindo, Alfonso X el Sabio, Enrique VIII, Teodosio, El Gran Capitán, Marco Aurelio, Catalina de Aragón, Gustavo Adolfo Becquer.
El deporte delega en el cuerpo alguna de las virtudes más fuertes del alma: la energía, la audacia, la paciencia.
Jean Giraudoux (1882 - 1944), escritor francés.
La virtud es un estado de guerra y para vivir en ella siempre tenemos que combatir contra nosotros mismos.
La virtud nos resulta difícil por culpa nuestra; pues si siempre fuéramos sabios, raramente necesitaríamos ser virtuosos.
No es nada fácil abandonar la virtud; ella atormenta durante mucho tiempo a los que la abandonan.
Jean Jacques Rousseau (1712 - 1778), escritor, filósofo suizo.
Demasiada virtud puede ser un crimen.
Jean Racine (1639 - 1699), dramaturgo francés.
Nadie se ha perdido aún en una camino recto.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832), escritor y científico alemán.
La virtud es su propia recompensa, y trae consigo el más alto y verdadero placer; pero si la cultivamos sólo por el placer, somos egoístas, no religiosos, y nunca obtendremos el placer, porque nunca podremos tener la virtud.
John Henry Newman (1801 - 1890), filósofo británico y cardenal católico.
¿Por qué donde falta la virtud, no han de faltar asimismo la fuerza y el ardimiento, y por qué el más audaz bien que parezca invencible no ha de ser también el más débil?
John Milton (1608 - 1674), poeta inglés.
La sinceridad es la raíz de todas las virtudes.
John Ruskin (1819 - 1900), escritor y crítico británico.
Mientras los serviles trepan entre las malezas del favoritismo, los austeros ascienden por la escalinata de sus virtudes. O no ascienden por ninguna.
José Ingenieros (1877 - 1925), médico, psiquiatra y sociólogo ítalo-argentino.
Honra quien pide: es que cree en la virtud de quien da.
Sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio.
José Martí (1853 - 1895), político, pensador y periodista cubano.