Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone, Verdi, Pablo Iglesias, Nicolás Salmerón, Isabel de Portugal, El Greco, Edmund Halley, Carl von Ossietzky.
Si en algo tienes tu reputación, procura que tus compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar solo que mal acompañado.
George Washington (1732 - 1799), primer Presidente de los Estados Unidos.
Tal vez, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.
Giacomo Leopardi (1798 - 1837), escritor italiano del Romanticismo.
Citadme diciendo que me han citado mal.
Groucho Marx (1890 - 1977), actor, comediante y escritor estadounidense.
A los ídolos es mejor no tocarlos: algo de su dorada capa se queda inexorablemente entre los dedos.
Gustave Flaubert (1821 - 1880), escritor francés.
Cuida tu reputación, no por vanidad, sino para no dañar tu obra y por amor a la verdad.
Henri-Frédéric Amiel (1821 - 1881), filósofo y escritor suizo.
No puedes fundar tu reputación sobre algo que vas a hacer.
Henry Ford (1863 - 1947), empresario estadounidense padre de las cadenas de producción.
La clave del éxito es hacer nada más lo que puedes hacer bien, y hacer bien cualquier cosa que hagas sin pensar en la fama. Si ésta llega será porque es merecida, no porque se la busque.
Henry Wadsworth Longfellow (1807 - 1882), poeta estadounidense.
La fama es peligrosa: su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez más pesada de soportar y difícil de descargar.
Hesíodo (vivió en torno a los siglos VIII y VII a.C.), poeta de la antigua Grecia.
La tan anhelada fama es casi siempre una prostituta premiada.
Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.
No eres una estrella hasta que puedan escribir tu nombre en Karachi.
Todo lo que se le debe al público es una buena actuación.
Humphrey Bogart (1899 - 1957), actor estadounidense.
Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?
Ian Fleming (1908 - 1964), escritor británico creador del personaje literario James Bond.