Isabel de Braganza, Howard Carter, Tomás Moro, Rosa Luxemburgo, Neil Armstrong, Eduardo VII, Edmund Hillary, Martin Luther King, Simón Bolívar, Emilio Castelar, Margaret Thatcher, Ramón, Cajal, Kennedy, Leonardo Da Vinci.
Cuando odiamos a alguien, odiamos algo que está dentro de nosotros. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta.
Ni condenas ni odios, sino amor resignado y amorosa paciencia nos acercan a la meta sagrada.
Hermann Hesse (1877 - 1962), escritor suizo de origen alemán, Premio Nobel en 1946.
El odio confesado es impotente.
Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.
El odio encierra su propio castigo.
Hugh Prather (1938 - 2010), ecritor, poeta y pastor estadounidense.
Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
Medio pueblo con odio vale por un pueblo entero.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.
El hombre que piensa pensamientos de odio trae el odio a sí mismo. El hombre que piensa pensamientos de amor es amado.
James Allen (1864 - 1912), escritor y filósofo británico pionero del movimiento de autoayuda.
La envidia y el odio van siempre unidos, se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
Jean de la Bruyere (1645 - 1696), filósofo, escritor y moralista francés.
Odio a las víctimas que respetan a sus verdugos.
Jean Paul Sartre (1905 - 1980), filósofo y escritor francés, exponente del existencialismo.
Le he amado demasiado para no odiarle.
Jean Racine (1639 - 1699), dramaturgo francés.
El odio es un descontento activo, la envidia, uno pasivo. Por eso no debe extrañarnos que la envidia se convierta rápidamente en odio.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832), escritor y científico alemán.
La cuestión es entre la libertad y la tiranía. Nuestros opresores, no por su origen sino por el mero hecho de serlo, son el objeto de nuestro odio.
José Gervasio Artigas Arnal (1764 - 1850), militar, estadista y prócer uruguayo.