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Nelson Mandela, Julio César, Davy Crockett, Carlomagno, George Gordon Byron, Beatriz Galindo, Alfonso X el Sabio, Enrique VIII, Teodosio, El Gran Capitán, Marco Aurelio, Catalina de Aragón, Gustavo Adolfo Becquer.
Cada loco con su tema.
Máximas del acervo popular.
La democracia no es una meta que se pueda alcanzar para dedicarse después a otros objetivos; es una condición que sólo se puede mantener si todo ciudadano la defiende.
Rigoberta Menchú Tum (1959 - ), indígena guatemalteca, Nobel de la Paz en 1992.
Es una mala señal cuando la gente de un país deja de identificarse con el país y empieza a identificarse con un grupo. Un grupo racial. O una religión. O un idioma. Cualquier cosa, con tal de que no englobe a toda la población.
Robert Anson Heinlein (1907 - 1988), escritor estadounidense de ciencia ficción.
La crítica más aguda a menudo va de la mano con el más profundo idealismo y el amor a la patria.
Robert Kennedy (1925 - 1968), abogado, político y fiscal general de los Estados Unidos.
La política es tal vez la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación.
Robert Louis Stevenson (1850 - 1894), escritor escocés.
Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas.
Lo que yo pido es que atendamos esta condición terapéutica de las malas palabras. Lo que pido es una amnistía para las malas palabras, vivamos una Navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje porque las vamos a necesitar...
Roberto Fontanarrosa (1944 - 2007), humorista y escritor argentino.
En política, no se debe hacer nada, porque la mitad de los problemas de todos modos no tiene solución y la otra mitad se resolverá sola. En política, hay que saber esperar.
Ryszard Kapuscinski (1932 - 2007), escritor polaco.
Es hermoso servir a la patria con hechos, y no es absurdo servirla solo con palabras.
Los buenos son más sospechosos a los tiranos que los malos; la virtud ajena siempre les resulta temible.
Por la armonía los estados pequeños se hacen grandes, mientras que la discordia destruye los más poderosos imperios.
Cayo Salustio Crispo (86 a. C. - 34 a. C.), historiador romano.
El déspota busca siempre el medio de destruir las instituciones, para lo cual le basta con someterlas a su voluntad.
Salvador de Madariaga y Rojo (1886 - 1978), ministro, diplomático, escritor y ensayista español.