Aforismos, citas y frases célebres

Evitar los extremos es una virtud moral en sí misma; además de una condición para la estabilidad política y social.

Incluso si todos los regímenes conservadores y reaccionarios que hay en el mundo se derrumbaran mañana, y su imagen pública quedara manchada por mucho tiempo por la corrupción y la incompetencia, la política del conservadurismo sobreviviría intacta. El argumento a favor de "conservar" seguiría intacto. Pero para la izquierda, la falta de una razón apuntalada en la historia deja un espacio vacío.

La confianza y la fe que tenemos en nuestros conciudadanos se corresponden negativamente con las diferencias en la renta.

La mayor ventaja de la acción pública es su capacidad para satisfacer esa vaga necesidad de una meta y un significado más altos en las vidas de hombres y mujeres. Abducidos por el anhelo de interés y provecho propio, se oscurecen las razones para el altruismo o incluso el buen comportamiento.

La privatización de sectores públicos es ineficiente.

La única forma de que todos, incluso los gorrones, paguemos por un servicio de correos, por ejemplo, es mediante impuestos universales.

Los pobres votan en mucha menor proporción que los demás sectores sociales, así que penalizarlos entraña pocos riesgos.

Por muy egoístas que seamos, todos necesitamos servicios cuyos costes compartamos con nuestros conciudadanos.

Por qué es importante votar: porque, como sabían los griegos, la participación en la forma en que se nos gobierna aumenta el sentido colectivo de responsabilidad por los actos del gobierno y contribuye a que los líderes se comporten honestamente.

Quienes afirman que el fallo es del "sistema" o quienes ven misteriosas maniobras detrás de cada revés político tienen poco que enseñarnos. Pero la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad -por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos- constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia durante mucho tiempo.

Si los ciudadanos activos o preocupados renuncian a la política, están abandonando su sociedad a sus funcionarios más mediocres y corruptibles.

Sin idealismo, la política se reduce a una forma de contabilidad social, y esto es algo que un conservador puede tolerar muy bien, pero para la izquierda significa una auténtica catástrofe.

Tony Judt (1948 - 2010), historiador y escritor británico.