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Isabel de Braganza, Howard Carter, Tomás Moro, Rosa Luxemburgo, Neil Armstrong, Eduardo VII, Edmund Hillary, Martin Luther King, Simón Bolívar, Emilio Castelar, Margaret Thatcher, Ramón, Cajal, Kennedy, Leonardo Da Vinci.
Que el hombre sea la criatura más noble del mundo, se puede deducir por el hecho de que ninguna otra criatura lo ha contradicho sobre este punto.
(Ser humano)
Quien se conoce bien a sí mismo puede conocer muy pronto a los demás hombres. Todo se reduce a un reflejo.
(Ser humano)
Si en el mundo nada más que hubiera patatas y zanahorias, no faltaría alguien que dijese: ¡Lástima que las plantas crezcan al revés!
(Ser humano)
Un ser humano concreto será siempre lo mismo a los ojos del filósofo, ya sea fabricante de pelucas o ministro, así como el mármol seguirá siendo el mismo aunque la estatua represente a un capuchino o a Apolo, y nunca será ni bronce ni gres.
(Ser humano)
Si alguna otra generación quisiera reconstruir al hombre según las obras de nuestra literatura sentimental, acabaría creyendo que éste era un corazón con testículos. Un corazón con escroto.
(Sexualidad)
Precisamente porque los hombres nacen con capacidades desiguales y el más fuerte se comería al más débil es que se han unido en sociedades y han instaurado mayor igualdad a través de las leyes. ¿Qué otra cosa es el denominado equilibrio de Europa? En general, sería mejor decir "equilibrio" de clases, en vez de igualdad.
(Sociedad)
Los relojes de arena no sólo recuerdan la veloz huida del tiempo, sino tambien el polvo en el que alguna vez nos convertiremos.
(Tiempo)
Tendemos demasiado a creer que, cuando se tiene algún talento, el trabajo debería resultarnos fácil. ¡Esfuérzate siempre, hombre, si quieres hacer algo grande!
(Trabajo)
Nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
(Vejez)
Resulta imposible atravesar una muchedumbre con la llama de la verdad sin quemarle a alguien la barba.
(Verdad)
Cada noche me entraban deseos de saber en qué momento del día anterior mi vida había valido menos, es decir, en qué momento, si la pureza de las intenciones y la seguridad de la vida valieran dinero, habría yo alcanzado mi máxima cotización.
(Vida)
Georg Christoph Lichtenberg (1742 - 1799), científico y escritor alemán.