www.aforismos.net
Richard Nixon, Golda Meir, Pablo Picasso, Cleopatra IV, Harry Truman, Emilio Aguinaldo, Charles Martel, Tiberio Claudio, Pierre de Fermat, Otto von Bismarck, Nicéforo II, Louis Leakey, Jacqueline Kennedy, Juan Sebastián Elcano.
Me gustaría oír a alguna persona, al menos una, que sea capaz de admitir haber sido un cobarde.
Édith Piaf (1915 - 1963), seudónimo de Édith Giovanna Gassion, cantante francesa.
El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen.
Emiliano Zapata (1879 - 1919), revolucionario mexicano.
El tirano oprime a sus esclavos, y éstos no se vuelven contra él, sino que aplastan a los que tienen debajo.
Emily Brontë (1818 - 1848), escritora británica del Romanticismo.
Los cobardes prefieren la paz a la victoria.
Enrique Jardiel Poncela (1901 - 1952), dramaturgo y novelista español.
La persona que muerde la mano que le da de comer, casi siempre lame la bota que lo patea.
Eric Hoffer (1902 - 1983), escritor y filósofo estadounidense.
Se le hace patente que sólo hay dos clases de cobardes: los que huyen para atrás y los que huyen para adelante.
Ernesto Mallo (1948 - ), periodista y escritor argentino.
La traición, aún soñada, es detestable.
Félix María Samaniego (1745 - 1801), escritor español conocido por sus fábulas.
Vivir, vivir sea como fuere. El caso es vivir...El hombre es cobarde, y cobarde el que le reprocha esta cobardía.
Fiódor Dostoievski (1821 - 1881), novelista ruso.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no se atreve a pensar es un cobarde.
Francis Bacon (1561 - 1626), filósofo y político inglés.
Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.
Francisco VI, duque de La Rochefoucauld (1613 - 1680), escritor, aristócrata y militar francés.
El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.
Francisco de Quevedo (1580 - 1645), escritor español.
Los más insolentes en la prosperidad son en la adversidad los más débiles y cobardes; doblan la cerviz en faltándoles la autoridad, y se les ve tan abatidos como se les conoció soberbios; en un momento pasan de un extremo a otro.
François de Salignac de la Mothe (1651 - 1715), poeta y escritor francés, alias Fénelon.