Aforismos, citas y frases célebres

Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro.

Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 - 1900), filósofo alemán.

Los detractores de la corrupción merecen ser convertidos en estatuas.

Galileo Galilei (1564 - 1642), matemático, físico y astrónomo italiano del Renacimiento.

La corrupción es el síntoma más infalible de la libertad constitucional.

George Sand, seudónimo de Amandine-Aurore-Lucille Dupin (1804 - 1876), escritora francesa.

El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es que "el fin justifica los medios".

Georges Bernanos (1888 - 1948), novelista, ensayista y dramaturgo francés.

A menudo he observado que el soborno produce ese efecto: introduce cambios en una relación. El hombre que soborna pierde algo de su importancia; una vez aceptado el soborno, se convierte en inferior, como el hombre que ha pagado a una mujer.

Henry Graham Greene (1904 - 1991), escritor inglés.

Sólo hay una manera de saber si un hombre es honesto. Se lo pregunta. Y si responde sí, ya sabe que es corrupto.

Groucho Marx (1890 - 1977), actor, comediante y escritor estadounidense.

El derecho está menos amenazado por la violencia que por la corrupción.

Henri-Dominique Lacordaire (1802 - 1861), político y predicador religioso francés.

La conciencia es la única cosa incorruptible que tenemos.

Henry Fielding (1707 - 1754), novelista y dramaturgo inglés.

Un ingenioso robo fue digno de elogio entre los espartanos, y de igual manera es entre los cristianos, siempre que sea a una escala suficientemente grande.

Herbert Spencer (1820 - 1903), psicólogo, filósofo y sociólogo inglés.

Las almas hermosas llegan difícilmente a creer en el alma, necesitan rudas lecciones antes de conocer la corrupción humana.

Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.

Si el vaso no está limpio, lo que en él viertas se corromperá.

Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.), poeta lírico y satírico romano.

No todo el mundo se siente cómodo con la idea de que la política es una adicción culpable. Pero lo es. Ellos son adictos y son culpables de mentir y engañar y robar, como todos los adictos. Y cuando entran en un frenesí, van a sacrificar cualquier cosa o alguien, para alimentar su hábito cruel y estúpido, y no hay ninguna cura para ella. Ese es el pensamiento adictivo. Así es la política...

Hunter S. Thompson (1937 - 2005), escritor y periodista estadounidense, creador del periodismo gonzo.