Amadeo de Saboya, Henry Dunant, Ramses II, Georges Washington, Aretha Franklin, Felipe II, Jesucristo, Raimundo Llull, Hiram Bingham, Haile Selassie, Francesco Petrarca, Diana de Gales, Constancio I, Arthur John Evans.
Las almas grandes siempre están dispuestas a hacer una virtud de una desgracia.
Las desgracias sufridas durante la infancia siempre dan cordura.
Se exageran de igual modo la desgracia y la felicidad; nunca somos tan desgraciados ni tan dichosos como se dice.
Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.
En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo.
No debe despreciarse ninguna ocasión de aparentar que se es muy desgraciado, porque así te odian menos, te compadecen un poco y te atienden algo.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.
La desdicha es el vínculo más estrecho de los corazones.
La mayor desgracia es merecer la desgracia.
Jean de la Fontaine (1621 - 1695), novelista, poeta y fabulista francés.
El privilegio de los grandes es ver las grandes catástrofes desde una terraza.
Jean Giraudoux (1882 - 1944), escritor francés.
Los más desgraciados se quejan menos que otros.
Jean Racine (1639 - 1699), dramaturgo francés.
La envidia y los celos no son vicios ni virtudes, sino penas.
Jeremy Bentham (1748 - 1832), filósofo inglés, padre del utilitarismo.
Todas las cosas, aún la adversidad, tienen un propósito en la vida.
Jim Rohn (1930 - 2009), empresario estadounidense, autor y orador motivacional.
Afortunadamente, el hombre sólo puede comprender un cierto grado de desgracia; más allá de este grado, la desgracia lo aniquila o le deja indiferente.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832), escritor y científico alemán.