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Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey, Oliver Cromwell, Mozart, Johannes Keppler, Adolfo Suárez, Cristina de Suecia, Felipe V de Borbón, Benazir Bhutto.
Es humillante la corona adquirida por el hecho de haber nacido; al lograr el honor en virtud del propio esfuerzo, introducimos en nuestra existencia la lógica, la unidad indispensable a los bellos destinos.
Rafael Barrett (1876 - 1910), escritor y filósofo-político español afincado en Paraguay.
Llamamos destino a todo lo que limita nuestro poder.
Ralph Waldo Emerson (1803 -1882), escritor, filósofo y poeta estadounidense.
Para ablandar lo duro del destino ha dado Dios a la mujer el llanto, que es lo que hay en lo humano de divino.
Ramón de Campoamor y Campoosorio (1817 - 1901), poeta español del realismo literario.
Así es el destino. Debes forjar tu propio camino para que éste tenga sentido.
Richard Russell "Rick" Riordan (1964 - ), escritor estadounidense.
Que nunca el destino, comprendiéndome mal, me otorgue la mitad de lo que anhelo y me niegue el regreso.
Robert Frost (1874 - 1963), poeta estadounidense.
La gente siempre termina por parecerse a su sombra.
Rudyard Kipling (1865 - 1936), escritor británico.
No seas codicioso, no pugnes por estar en primera fila, haz gala de moderación y humildad, si no, te alcanzará la fustigadora mano del destino, que corta las cabezas de los engreídos.
Ryszard Kapuscinski (1932 - 2007), escritor polaco.
Cada uno es el artífice de su propio destino.
Todo lo domina la Fortuna; ensalza o abate, no porque la verdad así lo imponga, sino por simple capricho.
Cayo Salustio Crispo (86 a. C. - 34 a. C.), historiador romano.
Qué sé yo del destino del hombre. Puedo contarle más cosas sobre los rábanos.
Samuel Beckett (1906 - 1989), dramaturgo, novelista, crítico y poeta irlandés.
Empiezo a creer que las decisiones fatales y grandiosas que determinan nuestro destino son mucho menos conscientes de lo que pensamos con posterioridad, en los momentos de reflexión, cuando los recordamos.
Ése es el único dolor verdadero: la muerte de un niño. Es el modelo por el que se miden todos los demás dolores.
Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára (1900 - 1989), novelista, periodista y dramaturgo húngaro.