Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
Empiezo a creer que las decisiones fatales y grandiosas que determinan nuestro destino son mucho menos conscientes de lo que pensamos con posterioridad, en los momentos de reflexión, cuando los recordamos.
Ése es el único dolor verdadero: la muerte de un niño. Es el modelo por el que se miden todos los demás dolores.
No existe ningún ser humano lo bastante fuerte e inteligente para evitar mediante palabras o acciones el destino fatal que le deparan las leyes inevitables de su propia naturaleza y carácter.
Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára (1900 - 1989), novelista, periodista y dramaturgo húngaro.
No creo en un destino que cae sobre los hombres por más que actúen, pero sí creo en un destino que cae sobre ellos a menos que actúen.
Siddharta Gautama (563 a. C. - 483 a. C.), príncipe hindú, fundador del budismo.
La anatomía es el destino.
Sigmund Freud (1856 - 1939), médico neurólogo austriaco, padre del psicoanálisis.
El destino de un hombre puede estar henchido de significado; el de algunos centenares no tanto; pero la historia de miles y millones de hombres nada significa, en el sentido literal del término.
Stanislaw Lem (1921 - 2006), escritor polaco de obras de ciencia ficción satírica y filosófica.
El que puede cambiar su pensamiento, puede cambiar su destino.
Stephen Crane (1871 - 1900), escritor y periodista estadounidense.
Me he dado cuenta de que incluso las personas que dicen que todo está predestinado, y que no se puede hacer nada para cambiarlo, miran antes de cruzar la calle.
Stephen Hawking (1942 - 2018), físico y cosmólogo británico.
Siembra un acto, recogerás una costumbre; siembra una costumbre, recogerás un carácter; siembra un carácter y recogerás un destino.
Tenzin Gyatso (1935- ), XIV Dalái Lama del Tibet, líder espiritual del Budismo Tibetano.
El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado.
Thomas Mann (1875 - 1955), escritor alemán nacionalizado estadounidense y Nobel en 1929.
El individuo rigurosamente supersticioso es también casi siempre un creyente ciego en el destino.
Truman Capote (1924 - 1984), periodista y escritor estadounidense.
El destino conduce al hombre, pero el hombre lo sigue porque quiere y es libre de no querer seguirlo.
Vasili Semiónovich Grossman (1905 - 1964), periodista y escritor soviético.