Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone, Verdi, Pablo Iglesias, Nicolás Salmerón, Isabel de Portugal, El Greco, Edmund Halley, Carl von Ossietzky.
Me adueñaré de mi destino agarrándolo por el cuello. No me dominará.
Ludwig van Beethoven (1770 - 1827), compositor, director de orquesta y pianista alemán.
Si fuéramos capaces de volver nuestro destino al azar y aceptar sin desmayo el misterio de nuestra vida, podría hallarse próxima una cierta dicha, bastante semejante a la inocencia.
Luis Buñuel Portolés (1900 - 1983), director de cine español nacionalizado mexicano.
Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino.
Lo más grande que ha hecho el hombre se debe al doloroso sentimiento de lo incompleto de su destino.
Anne-Louise Germaine Necker, baronesa de Staël-Holstein (1766 - 1817), escritora suiza.
Acepta las cosas a las que el destino te ata y ama a las personas que el destino te trae, pero hazlo con todo tu corazón.
Acepta lo que venga tejido en el patrón de tu destino, pues... ¿qué podría ser más adecuado para satisfacer tus necesidades?
Marco Aurelio Antonino Augusto (121-180), emperador romano y filósofo estoico.
Siempre hace falta un golpe de locura para desafiar al destino.
Marguerite Yourcenar (1903- 1987), poetisa, novelista y autora de teatro belga.
No es lo que vivimos lo que forja nuestro destino, sino lo que sentimos por lo que vivimos.
Marie von Ebner-Eschenbach (1830 - 1916), escritora austríaca nacida en República Checa.
Cada hombre tiene su propio destino.
Mario Puzo (1920 - 1999), escritor estadounidense de origen italiano.
Es difícil creer que el destino de un hombre sea tan bajo que le lleve a nacer sólo para morir.
Mary Shelley (1793 - 1851), escritora británica.
Nunca me he puesto al paso de un destino y él sabe su porvenir mejor que yo. Acaso nunca suceden acontecimientos inútiles.
Maurice Maeterlinck (1862 - 1949), dramaturgo y ensayista belga.
El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, sólo uno para cada uno.
Mengke (372 a. C.-289 a. C.), conocido como Mencio, filósofo chino seguidor del confucianismo.