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Gorbachov, Samuel Beckett, Mary Shelley, Juan XXIII, Benito Juárez, Anna Frank, Americo Vespucio, Isabel de Braganza, Howard Carter, Tomás Moro, Rosa Luxemburgo, Neil Armstrong, Eduardo VII, Edmund Hillary.
El periodismo al que me dedico, de articulista y reportera, es un género literario como cualquier otro, equiparable a la poesía, a la ficción, al drama, al ensayo. Y puede alcanzar cotas de excelencia tan altas como un libro de poemas o una novela.
El sentido de escribir es buscar el sentido de la existencia.
El sexo es un ingrediente más dentro de muchos otros ingredientes que componen la mirada del escritor o la escritora. Un escritor es lo que es y los libros son lo que son dependiendo de su lengua, cultura, idioma, de la edad, de las lecturas, de su clase social, de la enfermedades que ha tenido o no, de su sexo también, del hecho de ser hombre o mujer, etc. Como ves, es imposible adjetivar a un tipo de literatura sólo porque quien lo haces es mujer u hombre.
Escribir es una manera de vivir, es una manera de estar en el mundo.
Escribo mucho paseando a mis perras porque escribo mucho con la cabeza.
Hay tantísimos libros en el mundo por leer que no suelo volver a lo ya leído.
La crítica literaria profesional de los periódicos y demás, en general, salvo honrosas excepciones, es de muy mala calidad y casi nunca te enseña nada.
La escritura nos permite vivir, es decir, es el vehículo a través del cual nos relacionamos con el mundo y con las cosas.
La literatura está llena de cosas inútiles absolutamente necesarias.
La narrativa, a fin de cuentas, no es sino el arte de hacerse perdonar la esquizofrenia.
Las novelas son como sueños diurnos que el escritor sueña con los ojos bien abiertos. Son imágenes, o frases, o conceptos, que de repente se encienden en el interior de tu cabeza, sin que sepas por qué, y que te obligan a escribir sobre ello.
Las novelas son una pequeña isla de significado en el mar del desorden.
Rosa Montero Gayo (1951 - ), escritora y periodista española.