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Tiberio Claudio, Pierre de Fermat, Otto von Bismarck, Nicéforo II, Louis Leakey, Jacqueline Kennedy, Juan Sebastián Elcano, Eva Perón, James Cook, Juana de Arco, Jomo Kenyatta, Jacqueline Auriol, Fernando de Magallenes, Eisenhower.
No existe delito que no tenga precedente.
Pequeño es el ánimo de aquél a quien cosas terribles deleitan.
Lucio Anneo Séneca (4 a.C. - 65), filósofo romano.
Las historias antiguas y modernas están llenas de ejemplos que muestran cómo el bien va detrás del mal y el mal detrás del bien.
Ludovico Ariosto (1474 - 1533), poeta italiano.
Es mucho más fácil hacer el mal que hacer el bien, no solo porque el mal se le puede hacer a todos y el bien solo a aquellos que lo necesitan, sino, o mejor dicho sobre todo, porque esta necesidad de hacer el bien a menudo vuelve tan agrias las almas de aquellos que se pretendía beneficiar, que el beneficio se vuelve dificilísimo.
Luigi Pirandello (1867 - 1936), escritor italiano, ganador del Nobel de Literatura en 1934.
Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de este mundo malvado.
Para hacer mal cualquiera es poderoso.
Fray Luis de León (1528 - 1591), poeta, humanista y religioso agustino español.
Pienso que hay mucha gente buena en América, pero también gente mala, y los malos son aquellos que parecen disponer de todo el poder y que están en esta posición por negarnos lo que tú y yo necesitamos.
Malcolm X (1925 - 1965), líder nacionalista negro y musulmán de Estados Unidos.
Dios perdona al que se arrepiente; el mundo, al que persevera en el mal.
Los malvados se burlan en público de los hombres de bien, y en secreto los respetan y envidian…
Manuel Tamayo y Baus (1829 - 1898), dramaturgo español.
El crimen hace iguales a todos los contaminados por él.
Marco Anneo Lucano (39 - 65), poeta romano nacido en Corduba, en la Bética española.
Empieza cada día diciéndote: Hoy me encontraré con interferencias, ingratitud, insolencia, deslealtad, mala voluntad y egoísmo, todo ello debido a la ignorancia de los ofendedores, que no distinguen el bien del mal. Pero yo he visto la belleza del bien y la fealdad del mal, y reconozco que el malhechor tiene una naturaleza semejante a la mía, no la misma sangre pero sí la misma mente. Por eso, no puede herirme.
Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible.
Marco Aurelio Antonino Augusto (121-180), emperador romano y filósofo estoico.