Aforismos, citas y frases célebres

El valor moral es menos común que la valentía en la batalla o una gran inteligencia.

Robert Kennedy (1925 - 1968), abogado, político y fiscal general de los Estados Unidos.

Sin coherencia no hay ninguna fuerza moral.

Robert Owen (1771 - 1858), empresario, filántropo y teórico socialista británico.

La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón; que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto.

Rosa Montero Gayo (1951 - ), escritora y periodista española.

Un hombre no empuña un hacha para proteger su cartera, sino en defensa de su dignidad.

Ryszard Kapuscinski (1932 - 2007), escritor polaco.

La autoridad es una facultad natural que confiere al que la posee el don de provocar el respeto. La autoridad es pues fuente natural de fuerza moral.

Salvador de Madariaga y Rojo (1886 - 1978), ministro, diplomático, escritor y ensayista español.

La moral se centra en la pregunta de si el placer precede o sigue al dolor.

Samuel Butler (1835 - 1902), escritor, compositor y filólogo inglés.

Es característico de cada moral considerar la vida humana como una partida que se puede ganar o perder, y enseñar al hombre la forma de ganar.

Lejos de que la ausencia de dios autorice toda licencia, al contrario, el que el hombre esté abandonado sobre la tierra es la razón de que sus actos sean compromisos definitivos.

Simone de Beauvoir (1908 - 1986), novelista y filósofa francesa.

¡No haga algo inmoral por razones morales!

Thomas Hardy (1840 - 1928), novelista y poeta británico vinculado al naturalismo.

La base de la moralidad es dejar de simular que se cree aquello de lo que no hay pruebas y de repetir propuestas ininteligibles sobre cosas que superan las posibilidades del conocimiento.

Thomas Henry Huxley (1825 - 1895) biólogo y filósofo británico, defensor de la teoría de la evolución.

Trata de no perder jamás tu valor moral, pues tu vida depende de esta gran fuerza del alma, que es tu armadura.

Víctor Hugo (1802 - 1885), escritor e intelectual francés.

¿Por qué es tan difícil que la ley moral dirija efectivamente nuestras vidas? ¿Por qué las razones éticas cuentan tan poco? La respuesta sencilla y rápida es la siguiente: no basta conocer el bien, hay que desearlo; no basta conocer el mal, hay que despreciarlo. Si la respuesta no es equivocada, de ella se deduce que el deseo y el desprecio, el gusto y el disgusto son tan esenciales para la formación de la personalidad moral como lo es la destreza en el razonamiento.

Victoria Camps Cervera (1941 - ), escritora, ensayista, política, filósofa y profesora española.