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Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a sí mismo y está en condiciones para someterse a un amo, poco importa de dónde procede éste.
El gobierno no es razón, tampoco es elocuencia, es fuerza. Opera como el fuego; es un sirviente peligroso y un amo temible; nunca se debe consentir que manos irresponsables lo controlen.
Es infinitamente mejor tener unos pocos colaboradores buenos que muchos indiferentes.
La base de nuestro sistema político es el derecho del pueblo a hacer y modificar sus constituciones de Gobierno.
La Constitución es la guía que nunca abandonaré.
Si esta nación espera ser ignorante y libre, nunca lo será.
George Washington (1732 - 1799), primer Presidente de los Estados Unidos.
El Estado moderno sólo reconoce tener derechos, rechaza ser sujeto de obligaciones.
El hombre de antaño no se parecía nada al de hoy. Nunca habría formado parte de este rebaño que las democracias plutocráticas, marxistas o racistas alimentan para la fábrica y el osario.
Georges Bernanos (1888 - 1948), novelista, ensayista y dramaturgo francés.
Morir por las ideas, de acuerdo; pero de muerte lenta.
Georges Brassens (1921 - 1981), cantautor y poeta francés.
Cuando un político muere, mucha gente asiste a su entierro. Pero sólo lo hacen para estar absolutamente seguros de que, en verdad, se encuentra bajo tierra.
El gobierno tiene que hacer como misión que los buenos ciudadanos permanezcan buenos y los malos no lo sean.
Los hechos son el principio, el medio, el fin; hace un daño irreparable descansar sobre grandes discursos.
Georges Clemenceau (1841 - 1929), médico, periodista y político francés.