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Oliver Cromwell, Mozart, Johannes Keppler, Adolfo Suárez, Cristina de Suecia, Felipe V de Borbón, Bena, Nicolae Ceaucescu, Miguel Hidalgo, Reza Pahlevi, Bernardo OHiggins, Lech Walesa, Duque de Wellington, Alejandro Magno.
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.
No decir sino lo necesario, a quienes es necesario y cuando es necesario.
Armand Jean du Plessis (1585 - 1642), cardenal de Richelieu, prelado, noble y estadista francés.
El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar.
El ir un poco más lejos es tan malo como no ir todo lo necesario.
Los cautos rara vez se equivocan.
Confucio (h. 551 a. C. - 479 a. C.), filósofo chino.
No hay nada más imprudente que la prudencia excesiva.
Charles Caleb Colton (1780 - 1832), poeta y ensayista inglés.
Cuando lo hayas encontrado, anótalo.
Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simultáneamente.
Charles Dickens (1812 - 1870), escritor inglés de la época victoriana.
Desconfiad del primer movimiento; el primer movimiento siempre es generoso.
En tus retiradas no olvides dejar establecida una cabeza de puente en la orilla abandonada.
Charles Maurice de Talleyrand (1754 - 1838), obispo, político, diplomático y estadista francés.
Todo lo que debemos poseer es cordura y ésta no es una teoría, sino un estado del alma responsable.
David Herbert Lawrence (1885 - 1930), escritor inglés.
No confíes en todos, sino en quienes lo merezcan. Lo primero es signo de estupidez; lo segundo es señal de prudencia.
Demócrito de Abdera (h. 460 a.C. - h. 370 a.C.), matemático y filósofo griego presocrático.