Amadeo de Saboya, Henry Dunant, Ramses II, Georges Washington, Aretha Franklin, Felipe II, Jesucristo, Raimundo Llull, Hiram Bingham, Haile Selassie, Francesco Petrarca, Diana de Gales, Constancio I, Arthur John Evans.
Es una confesión de la debilidad de nuestra propia fe en la justicia de nuestra causa cuando intentamos suprimir por ley a aquellos que no están de acuerdo con nosotros.
Alfred Emanuel Smith (1873 - 1944), político estadounidense por el Partido Demócrata.
La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan.
Anatole France (1844 - 1924), escritor francés.
De que sirve proclamar leyes, si han de eludirlas los mismos que las proclaman.
En todas partes los más fuertes han hecho las leyes y han oprimido a los débiles.
Anne Robert Jacques Turgot (1727 - 1781), político y economista francés.
Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos.
Lo mejor es que la soberanía descanse en las leyes.
Aristóteles (384 a. C - 322 a. C.), filósofo, lógico y científico griego.
La ley es último resultado de la sabiduría humana que opera sobre la humana experiencia en beneficio del público.
Benjamin Jonson (1572 - 1637), dramaturgo, poeta y actor inglés del Renacimiento.
La ley es la conciencia de la humanidad.
Las malas leyes hallarán siempre, y contribuirán a formar, hombres peores que ellas, encargados de ejecutarlas.
Concepción Arenal (1820 - 1893), escritora española, pionera del feminismo.
Bueno es que se obedezcan las leyes. El pueblo comprende lo que las hace justas. No se las abandona. Cuando se hace depender su justicia de otra cosa, es fácil tornarla dudosa.
Isidore Lucien Ducasse (1846 - 1870), Conde de Lautréamont, poeta francés, nacido en Uruguay.
En todas las cosas parece existir como ley un círculo.
Cornelio Tácito (c. 55 - 120), historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio romano.
Es lícito repeler la fuerza con la fuerza.
Domicio Ulpiano (c. 170 - 228), jurista romano de origen fenicio.