Fernando el católico, Elvis Presley, Indira Gandhi, Mao Zedong, Galileo Galilei, Aristoteles, Francisco Pizarro, Barack Obama, Moshe Dayan, Ho Chi Mihn, Valentina Terechkova, Kissinger, Platón, Isabel la católica, Leónidas Breznev.
Cuanto más inconmensurable e incomprensible para la inteligencia una producción poética, tanto mejor.
El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro, sea quien sea.
El que no espere tener un millón de lectores que no escriba ni una línea.
La literatura es el fragmento de los fragmentos; sólo se ha escrito una mínima parte de todo lo acontecido y de todo lo dicho, y de lo escrito no ha quedado sino una parte ínfima.
La literatura universal es un término que ya está desprovisto hacia cierto punto de sentido. La época de la literatura universal está al alcance de la mano y cada cual debe esforzarse por apresurar su llegada.
Los autores más originales de los últimos tiempos, no lo son porque produzcan cosas nuevas, sino únicamente porque son capaces de decir las mismas cosas si nadie las hubiera dicho antes.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832), escritor y científico alemán.
La escritura, tal como la concibo, no tiene un territorio propio. El acto de escribir no es más que el acto de aproximarse a la experiencia sobre la que se escribe; del mismo modo, se espera que el acto de leer el texto escrito sea otro acto de aproximación.
John Peter Berger (1926 - 2017), crítico de arte, pintor y escritor inglés.
Si hay un infierno especial para los escritores sería forzosamente contemplar sus propias obras.
John Rodrigo Dos Passos (1896 - 1970), novelista y periodista estadounidense.
Amar la lectura es trocar horas de aburrimiento por horas de inenarrable y deliciosa compañía.
John Fitzgerald Kennedy (1917 - 1963), trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos.
Si la poesía no nace con la misma naturaleza de las locuras sobre los árboles, es mejor que ni siquiera nazca.
John Keats (1795 - 1821), poeta inglés.
El que mata a un hombre, mata a un ser de razón, imagen de Dios; pero quien destruye un libro, mata la razón misma, mata la imagen de Dios, como era en el ojo.
Un buen libro es preciosa sangre de vida de un espíritu magistral, embalsamado y atesorado con el propósito de dar vida más allá de la vida.
John Milton (1608 - 1674), poeta inglés.