Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
La desconfianza es una señal de debilidad.
La gente tiende a olvidar sus deberes, pero recuerda sus derechos.
Indira Gandhi (1917 - 1984), primera ministra de India de 1966 a 1977 y de 1980 a 1984.
Por quejarse no hemos de herir, pues siempre vence quien sabe sufrir.
Infante don Juan Manuel (1282 - 1348), aristócrata y escritor español.
Uno puede hablar sobre cualquier cosa en la tierra con fogosidad, con entusiasmo, con fascinación; pero uno sólo habla con pasión cuando habla de sí mismo.
Iván Turguénev (1818 - 1883), escritor ruso.
Ambición... es la última enfermedad de las mentes nobles.
Jamás atribuyas a un rival motivos más ruines que los tuyos.
James Matthew Barrie (1860 - 1937), novelista y dramaturgo británico.
Los traicioneros son siempre desconfiados.
John Ronald Reuel Tolkien (1892 - 1973), escritor británico autor de "El Señor de los Anillos".
¡Pero qué afán de no creer nunca lo más sencillo, lo natural, lo verosímil!
Bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos.
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina le basta.
El verdadero cariño no es el que perdona nuestros defectos, sino el que no los conoce.
La adulación lo vence todo. Si el animal más bravo entendiese nuestro lenguaje, sólo con decirle "Que bonito eres, animal pero ¡que bonito! ya estaría domesticado.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.