www.aforismos.net
Emiliano Zapata, T. E. Lawrence, Leonor de Austria, Nostradamus, Septimio Severo, Marco Polo, Federico García Lorca, Marie Curie, Bach, Johannes Gutenberg, Juan Carlos I, Goya, Heinrich Schliemann, Bakunin.
Uno puede hablar sobre cualquier cosa en la tierra con fogosidad, con entusiasmo, con fascinación; pero uno sólo habla con pasión cuando habla de sí mismo.
Iván Turguénev (1818 - 1883), escritor ruso.
Ambición... es la última enfermedad de las mentes nobles.
Jamás atribuyas a un rival motivos más ruines que los tuyos.
James Matthew Barrie (1860 - 1937), novelista y dramaturgo británico.
Los traicioneros son siempre desconfiados.
John Ronald Reuel Tolkien (1892 - 1973), escritor británico autor de "El Señor de los Anillos".
¡Pero qué afán de no creer nunca lo más sencillo, lo natural, lo verosímil!
Bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos.
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina le basta.
El verdadero cariño no es el que perdona nuestros defectos, sino el que no los conoce.
La adulación lo vence todo. Si el animal más bravo entendiese nuestro lenguaje, sólo con decirle "Que bonito eres, animal pero ¡que bonito! ya estaría domesticado.
Lo peor de la ingratitud es que siempre quiere tener la razón.
No hay nadie tan elocuente como uno mismo cuando quiere persuadirse de lo que le conviene estar persuadido.
Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo un cerebro.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.