Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone, Verdi, Pablo Iglesias, Nicolás Salmerón, Isabel de Portugal, El Greco, Edmund Halley, Carl von Ossietzky.
El querer del hombre es esencialmente libre: es libre en cuanto es querer.
Quien aspira a cualquier cosa grande debe saber limitarse; por el contrario, quien todo lo desea no quiere nada, en realidad, y nada consigue.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770 - 1831), filósofo alemán.
Dos tragedias hay en la vida: una es no lograr aquello que ansía el corazón; la otra es lograrlo.
George Bernard Shaw (1856 - 1950), escritor irlandés.
Al que cae de una dicha cumplida no le importa cuan hondo sea el abismo.
La ambición es el último refugio de todo fracaso.
La sangre sólo sirve para lavar las manos de la ambición.
George Gordon Byron (1788 - 1824), conocido como Lord Byron, poeta inglés.
Transforma tu codicia en respeto por la belleza.
George Ivanovich Gurdjieff (1872 - 1949), místico, filósofo y escritor ruso.
La extrema seducción colinda, probablemente, con el horror.
Georges Bataille (1897 - 1962), escritor, antropólogo y pensador francés.
Nos equivocamos cuando decimos que un tal deseo ha sido satisfecho. No se satisfacen los deseos cuando se consigue el objeto sino que se apagan, es decir, se pierden y se abandonan por la certeza adquirida de no poderlos satisfacer nunca.
Parece un absurdo y, sin embargo es una verdad, que no siendo nada todo lo real, no hay en el mundo nada de real ni de sustancial más que las ilusiones.
Giacomo Leopardi (1798 - 1837), escritor italiano del Romanticismo.
Creo que si miramos siempre al cielo acabaremos por tener alas.
Guárdate de los sueños: son las sirenas de las almas, puesto que cantan y llaman, pero, cuando vamos hacia ellos, no es posible retornar.
Gustave Flaubert (1821 - 1880), escritor francés.