Amadeo de Saboya, Henry Dunant, Ramses II, Georges Washington, Aretha Franklin, Felipe II, Jesucristo, Raimundo Llull, Hiram Bingham, Haile Selassie, Francesco Petrarca, Diana de Gales, Constancio I, Arthur John Evans.
Mejor ser envidiado que provocar piedad.
Heródoto de Halicarnaso (484 a. C. - 425 a. C.), historiador y geógrafo griego clásico.
A veces hablamos mucho y decimos poco. Para decir más, conviene pensar más.
El placer se parece a ciertas drogas medicinales: para obtener constantemente los mismos efectos, es necesario duplicar las dosis: la última de las cuales lleva consigo al embrutecimiento y la muerte.
He obtenido todo porque he sabido desdeñarlo todo.
La crítica es una escoba que no se puede utilizar sobre las alfombras finas en las que arrancaría todo.
Los seres más sensibles no son siempre los más sensatos.
Nadie se atreve a decir adiós a un hábito propio. Muchos suicidas se han detenido en el umbral de la muerte al sólo recuerdo del café donde todas las tardes van a jugar su partida de dominó.
Nuestros órganos son los ministros de nuestros placeres.
Sencillo es todo lo verdaderamente grande.
Un efecto esencial de la elegancia es ocultar sus medios.
Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.
El ánfora conserva siempre el aroma del primer vino que guardó.
En la adversa fortuna suele descubrirse al genio, en la prosperidad se oculta.
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.), poeta lírico y satírico romano.