Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone, Verdi, Pablo Iglesias, Nicolás Salmerón, Isabel de Portugal, El Greco, Edmund Halley, Carl von Ossietzky.
De todos los enemigos de la libertad pública, la guerra es quizá la más temida, porque comprende y desarrolla el germen para todos los otros enemigos.
En cualquier caso, el ejecutivo no tiene derecho para decidir la cuestión de si existe o no causa para declarar la guerra.
La guerra contiene tanta insensatez, además de maldad, que hay que esperar mucho del progreso de la razón.
Ninguna nación puede preservar su libertad en medio de la guerra continua.
Solo debe declararse la guerra por la autoridad del pueblo, cuyos esfuerzos y tesoros son soportar sus cargas, en vez del gobierno, el cual cosechará sus frutos.
Una milicia bien regulada, compuesta por el cuerpo del pueblo, entrenado en armas, es la mejor defensa más natural de un país libre.
James Madison (1751 - 1836), político estadounidense y cuarto presidente de EE.UU., 1809 a 1817.
Gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.
Jaume Perich (1941 - 1995), escritor, humorista y dibujante español.
Todas las guerras son santas. Os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
Jean Anouilh (1910 - 1987), escritor francés.
Tan pronto como se declare la guerra será imposible frenar a los poetas. La rima sigue siendo el mejor tambor.
Todo el mundo, cuando hay guerra en el aire, aprende a vivir con un nuevo elemento: la mentira.
Jean Giraudoux (1882 - 1944), escritor francés.
Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.
Una vez conocidos los detalles de la victoria, es difícil distinguirla de una derrota.
Jean Paul Sartre (1905 - 1980), filósofo y escritor francés, exponente del existencialismo.