Amadeo de Saboya, Henry Dunant, Ramses II, Georges Washington, Aretha Franklin, Felipe II, Jesucristo, Raimundo Llull, Hiram Bingham, Haile Selassie, Francesco Petrarca, Diana de Gales, Constancio I, Arthur John Evans.
Un clásico es un libro que nunca ha cesado de contar lo que tiene que contar.
Un libro, cosa sólida, que está ahí, perfectamente definida, disfrutable sin riesgos, en comparación con la experiencia vivida, siempre huidiza, discontinua, controvertida.
Italo Giovanni Calvino Mameli (1923 - 1985), escritor italiano.
El ajedrez es una necesidad tan imperiosa como la literatura.
Iván Turguénev (1818 - 1883), escritor ruso.
Algunos escritores aumentan el número de lectores; otros aumentan el número de libros.
Cuando un autor nos dice que ha vivido su obra, puede asegurarse que nos dará una obra muerta. No está el toque en haberla vivido, sino en darle vida.
El egoísmo y la vanidad no se ven nunca satisfechos, y en un escritor mucho menos.
Los libros son como los amigos: no siempre es el mejor el que más nos gusta.
No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.
Escribe para ti mismo, recogido, asombrado.
Jean-Louis Kerouac (1922 - 1969), escritor estadounidense de la "Generación Beat".
Escribo sin más propósito que añadir algo mío a la belleza.
Jack London (1876 - 1916), escritor estadounidense.
En la lectura debe cuidarse de dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien.
La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere.
Jaime Balmes (1810 - 1848), filósofo, teólogo y sociólogo español.