Luis XVI, Pedro I el Grande, Miguel de Unamuno, Rudyard Kipling, Isabel II de España, Carl von Linneo, Vivaldi, Vicealmirante Nelson, María Antonieta, Blaise Pascal, Jean-Paul Marat, Godoy, Imanuel Kant, Beethoven.
¿Cree usted que yo cuento los días? Únicamente queda un día, uno que siempre se repite. Se nos da al amanecer y se nos quita al atardecer.
¿Llegamos a disipar o a disminuir nuestra angustia? Lo cierto es que no podríamos suprimirla puesto que nosotros mismos somos angustia.
En este mismo momento -es atroz- si existo es porque me horroriza existir. Yo, yo me saco de la nada a la que aspiro; el odio, el asco de existir son otras tantas maneras de hacerme existir, de hundirme en la existencia.
Existo. Es algo tan dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave.
Existo. Pienso que existo. ¡Oh qué larga serpentina es esa sensación de existir!
La existencia es absurda.
Los días se añaden a los días sin ton ni son, en una suma interminable y monótona.
Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido.
No hay necesidad de fuego, el infierno son los otros.
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
Sé muy bien que no quiero hacer nada; hacer algo es crear existencia, y ya hay bastante existencia.
Soñar en teoría, es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
Jean Paul Sartre (1905 - 1980), filósofo y escritor francés, exponente del existencialismo.