Jorge III de Inglaterra, Thomas Malthus, Vasco da Gama, Constantino I, Malcolm X, Linus Pauling, David Livingstone, Verdi, Pablo Iglesias, Nicolás Salmerón, Isabel de Portugal, El Greco, Edmund Halley, Carl von Ossietzky.
¿Cree usted que yo cuento los días? Únicamente queda un día, uno que siempre se repite. Se nos da al amanecer y se nos quita al atardecer.
¿Llegamos a disipar o a disminuir nuestra angustia? Lo cierto es que no podríamos suprimirla puesto que nosotros mismos somos angustia.
En este mismo momento -es atroz- si existo es porque me horroriza existir. Yo, yo me saco de la nada a la que aspiro; el odio, el asco de existir son otras tantas maneras de hacerme existir, de hundirme en la existencia.
Existo. Es algo tan dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave.
Existo. Pienso que existo. ¡Oh qué larga serpentina es esa sensación de existir!
La existencia es absurda.
Los días se añaden a los días sin ton ni son, en una suma interminable y monótona.
Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido.
No hay necesidad de fuego, el infierno son los otros.
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
Sé muy bien que no quiero hacer nada; hacer algo es crear existencia, y ya hay bastante existencia.
Soñar en teoría, es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
Jean Paul Sartre (1905 - 1980), filósofo y escritor francés, exponente del existencialismo.