Isabel de Braganza, Howard Carter, Tomás Moro, Rosa Luxemburgo, Neil Armstrong, Eduardo VII, Edmund Hillary, Martin Luther King, Simón Bolívar, Emilio Castelar, Margaret Thatcher, Ramón, Cajal, Kennedy, Leonardo Da Vinci.
Los celos personales, el resentimiento del gazmoño contra el primo despreocupado, del tonto contra el muchacho despabilado, se disimulaban con argumentaciones políticas.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896 - 1957), escritor italiano.
Un narcisista es alguien que se ve mejor de lo que tú te ves.
Gore Vidal (1925 - 2012), escritor, ensayista y guionista estadounidense.
La mayoría de las personas prefieren confesar los pecados de los demás.
Henry Graham Greene (1904 - 1991), escritor inglés.
En medio del clamor de los aplausos el hombre inteligente cerrará los ojos, y con la mente pedirá a los que le aclaman ¡Perdón por haber vencido!
Es más fácil morir por una idea, y aún añadiría que menos heroico, que tratar de comprender las ideas de los demás.
La rapidez que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa.
Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen perdonables.
Gregorio Marañón (1887 - 1960), médico, científico, historiador, escritor y pensador español.
Todos estamos inclinados a juzgarnos a nosotros por nuestros ideales y a los demás por sus actos.
Sir Harold George Nicolson (1886 - 1968), diplomático, escritor, cronista y político inglés.
La autocompasión es nuestro peor enemigo, y si cedemos a ella nunca podremos hacer algo inteligente en esta vida.
Helen Adams Keller (1880 - 1968), escritora estadounidense ciega y sorda.
En la risa encontramos siempre una intención de humillar y consecuentemente corregir a los demás.
Henri Bergson (1859 - 1941), escritor y filósofo francés, Premio Nobel de Literatura en 1927.
La costumbre es una máxima viva que se ha convertido en instinto y carne.
La obstinación es la voluntad que se afirma sin poder justificarse; es la persistencia sin motivo plausible, es la tenacidad del amor propio que se constituye en tenacidad de la razón o de la conciencia.
Henri-Frédéric Amiel (1821 - 1881), filósofo y escritor suizo.