Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
¿Cómo se puede decir a un hombre que tiene una patria cuando no tiene derecho a una pulgada de su suelo?
El estado ideal no es aquel en que cada uno tiene acceso a la misma cantidad de riqueza, sino en proporción a su contribución a la riqueza general.
Henry George (1839 - 1897), economista estadounidense.
El sabido argumento de que el crimen es causado por la pobreza es un insulto contra los pobres.
Riqueza: Cualquier salario que sea por lo menos 100 dólares más al año que el salario del marido de la hermana de nuestra esposa.
Henry Louis Mencken (1880 - 1956), periodista y crítico social estadounidense.
Detrás de cada gran fortuna hay un delito.
El secreto de las grandes fortunas es un crimen olvidado efectuado con pulcritud. La ley no castiga a los ladrones sino cuando roban mal.
Honoré de Balzac (1799 - 1850), escritor francés.
Estamos en peligro de hacer de nuestras ciudades lugares donde el negocio se asienta, pero la vida, en su verdadero sentido, se pierde.
Hubert H. Humphrey (1911 - 1978), político y vicepresidente estadounidense.
Casi todos los grandes capitalistas y nobles improvisados se hacen muy devotos. Acaso como los antiguos criminales, sienten la necesidad de acogerse a lo sagrado.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.
Somos los últimos hombres libres, la época de la esclavitud llega y no tardará mucho.
Jean Giraudoux (1882 - 1944), escritor francés.
El hombre de negocios americano es un señor que durante toda la mañana habla de golf en su despacho y que el resto del día discute de sus finanzas en el campo de golf.
Joseph Levitch (1926 - 2017), actor cómico estadounidense conocido como Jerry Lewis.
Desde los pasados 10 o 15 años podemos decir que el mundo vive un nuevo orden mundial. Pero en realidad no lo es, sino un nuevo caos mundial. Y este caos viene generado por unas turbulencias que no son de carácter político, sino económico. Y todo lo que estas estructuras y personas deciden se enfoca sólo a dos propósitos: a obtener más beneficios y, el segundo, no a mantener el orden sino a a que todos nosotros aceptemos de forma pasiva las condiciones que imponen para obtener más beneficios.
El capitalismo sobrevive obligando a la mayoría, a la que explota, a definir sus propios intereses lo más estrictamente posible. En otro tiempo lo logró mediante privaciones generalizadas. Hoy en los países desarrollados lo está logrando mediante la imposición de un falso criterio sobre lo que es y no es deseable.
John Peter Berger (1926 - 2017), crítico de arte, pintor y escritor inglés.