Aforismos, citas y frases célebres

Antes de desear ardientemente una cosa, debemos cerciorarnos cuidosamente de la felicidad que proporciona al que la posee.

La felicidad y la desgracia acuden ordinariamente a los seres que ya son felices y desgraciados.

La moderación de las personas felices se debe a la placidez que la buena fortuna da a su temperamento.

Nunca seremos tan infelices como creemos, ni tan felices como esperamos.

Francisco VI, duque de La Rochefoucauld (1613 - 1680), escritor, aristócrata y militar francés.

No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada.

Francisco de Quevedo (1580 - 1645), escritor español.

La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara no es de buena calidad.

Los demás siempre nos parecen más felices que nosotros, y sin embargo lo extraño es que el hombre que cambiaría con gusto su posición no consentiría casi nunca en cambiar su persona. Acaso quisiera rejuvenecer un poco, pero no demasiado todavía, y andar bien si es cojo; pero se conservaría el conjunto de su persona, en la que encuentra mil atractivos y no sé qué encanto.

François-René de Chateaubriand (1768 - 1848), político y escritor francés.

La felicidad para mi consiste en tener buena salud, dormir sin miedo y despertarme sin angustia.

Françoise Sagan (1935 - 2004), escritora francesa.

La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.

Franklin D. Roosevelt (1882 - 1945), abogado y político, 32º presidente de Estados Unidos.

En teoría existe una posibilidad de felicidad perfecta: creer en lo indestructible que hay dentro de nosotros y no aspirar a ello.

La felicidad suprime la vejez.

Las promesas de alguna especie de felicidad se parecen a las esperanzas de la vida eterna; vistas desde cierta distancia parecen firmes y uno no se atreve a acercarse más.

Franz Kafka (1883 - 1924), escritor checo que escribió su obra en alemán.