Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare, Garibaldi, Florence Nightingale, John Brown, Francisco Espoz, Mina, Henry Thoreau, Tadeusz Kosciuszko, Dian Fossey.
Los días más felices son aquellos que nos hacen sabios.
Recordar un buen momento es sentirse feliz de nuevo.
Un bello paisaje, una hermosa jornada, un libro selecto... ¿Qué más necesitáis para ser felices? El sol resplandece por dentro.
Gabriela Mistral (1889 - 1957), poetisa, diplomática y pedagoga chilena, Premio Nobel de Literatura.
El ansia de la felicidad en los hombres es infinita. Éste es el motivo por el cual ninguna proporción entre la felicidad y el dolor puede satisfacerles.
Georg Simmel (1858 - 1918), filósofo y sociólogo alemán.
Feliz aquel que supo ajustar su existencia a su carácter peculiar, a su voluntad y a su arbitrio, de forma que le es posible disfrutar de su existencia.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770 - 1831), filósofo alemán.
El secreto de ser desdichado estriba en tener tiempo de pensar en si se es o no feliz.
La felicidad no consiste, como cree la gente, en ser dichoso ni tampoco en no ser desgraciado, sino en procurar lo primero y en no resignarse a ser lo segundo.
No tenemos derecho a gozar de felicidad si no lo creamos en torno a nosotros, de la misma manera que no lo tenemos a consumir la riqueza sin producirla.
George Bernard Shaw (1856 - 1950), escritor irlandés.
Si la felicidad llega o no llega, deberemos estar listos para recibirla.
George Eliot (1819 - 1880), seudónimo de la escritora británica Mary Anne Evans.
La felicidad debe ser compartida, tiene alma gemela.
Siempre se interpone algo entre nosotros y lo que creemos que es nuestra felicidad.
George Gordon Byron (1788 - 1824), conocido como Lord Byron, poeta inglés.
Una hora puede hacer feliz a un hombre para el resto de su vida. Debes buscar esa hora.
George Herbert (1593 - 1633), poeta, orador y sacerdote inglés.