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Sissí, Ricardo I Corazón de León, Isabel I de Inglaterra, Guillermo I el Conquistador, Edén Pastora, Calígula, Caballo Loco, Emiliano Zapata, T. E. Lawrence, Leonor de Austria, Nostradamus, Septimio Severo, Marco Polo, Federico García Lorca.
¿Por qué no salir de esta vida como sale de un banquete el convidado harto?
Tito Lucrecio Caro (99 aC. - 55 aC.), poeta y filósofo romano.
Es hombre innoble el que no sabe morir. Yo lo he sabido desde los quince años.
Ludwig van Beethoven (1770 - 1827), compositor, director de orquesta y pianista alemán.
Diles que mi vida fue maravillosa. (Frase pronunciada poco antes de fallecer).
La muerte no es ningún acontecimiento de la vida: no vivimos para experimentar la muerte. Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces la vida eterna es para aquellos que viven en el presente.
Ludwig Josef Johann Wittgenstein (1889 - 1951), filósofo austríaco, nacionalizado británico.
Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, en un mundo que no cambiaba apenas. Pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años y comprar periódicos. Con ellos bajo el brazo, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir en el refugio tranquilizador de la tumba.
Luis Buñuel Portolés (1900 - 1983), director de cine español nacionalizado mexicano.
¡Oh, muerte, cuán amarga es tu memoria! ¡Cuán presta tu venida! ¡Cuán secretos tus caminos! ¡Cuán dudosa tu honra! ¡Cuán universal tu señoría!
Oficio es el bien morir que conviene aprender toda la vida.
Fray Luis De Granada (1504 - 1588), escritor dominico español.
El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado.
Mahatma Gandhi (1869 - 1948), abogado, pensador y político hindú.
La muerte es lo peor porque la gente te olvida.
Nunca es agradable vivir el fin de algo.
Yo me conformaría con que la muerte fuera simplemente un descanso, como dormir.
Juan Manuel Puig Delledonne (1932 - 1990), escritor argentino.
Decimos, es verdad, que la hora de la muerte es incierta; pero cuando decimos esto nos representamos esa hora como situada en un espacio vago y lejano, no pensamos que tenga una relación cualquiera con la jornada ya empezada y que pueda significar que la muerte —o su primera toma de posesión parcial de nosotros, después de la cual ya no nos dejará— pueda producirse esa misma tarde, tan poco incierta, esta tarde en la que el uso de todas las horas ya está perfectamente establecido.
Marcel Proust (1871 - 1922), escritor francés.