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Enrique VIII, Teodosio, El Gran Capitán, Marco Aurelio, Catalina de Aragón, Gustavo Adolfo Becquer, Fray Luis de León, Tycho Brahe, Giordano Bruno, Ana Bolena, San Juan de la Cruz, Nicolás Copérnico, William Shakespeare.
A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos dibujan mejor a un hombre insigne, que sus mayores proezas o batallas más sangrientas.
El cerebro no es una vaso para llenar sino una lámpara para encender.
Plutarco (h. 50 ó 46 - h. 120), historiador, biógrafo y ensayista griego.
El hombre es enemigo de lo que ignora.
El que no sabe que no sabe, es un necio; apártate de él. El que sabe que no sabe, es sencillo; instrúyelo. El que no sabe que sabe está dormido; despiértalo. El que sabe que sabe, es sabio; síguelo.
Hay cuatro cosas que no vuelven: la flecha arrojada, la palabra ya dicha, la oportunidad desperdiciada y la vida pasada.
Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan.
Un hombre es sabio mientras busca la sabiduría; si llega a creer que la ha encontrado, se convierte en idiota.
Máximas del acervo popular árabe.
Creer que el enemigo débil no puede dañarnos es creer que una chispa no puede causar un incendio.
Los ríos hondos corren en silencio; los arroyos son ruidosos.
Máximas del acervo popular hindú.
La suavidad puede controlar la dureza; la debilidad puede controlar la fuerza.
Puedes aplastar a una persona con el peso de tu lengua.
Máximas del acervo popular japonés.
No hay nadie más sordo que quien no escucha los consejos de otro.
Máximas del acervo popular tibetano.